8 de octubre

Juramento y voto a la Inmaculada Concepción de María.

Realizado por la ciudad de Guadalajara, el 8 de octubre de 1617.

 

La ciudad de Guadalajara desde muy antiguo ha manifestado su amor a la Virgen de muy diferente maneras y mostrándole su devoción bajo diferentes manifestaciones y advocaciones: Virgen del Rosario, Virgen del Amparo, Virgen de los Dolores, Virgen de la Soledad, Virgen de Fátima…

 

Hoy nos vamos a centrar en un hecho puntual y de gran significado para Guadalajara, como fue la primera vez en la que la ciudad se manifestó públicamente en favor de la Inmaculada Concepción de María.

 

El hecho se celebró el día 8 de octubre de 1617, reinando en España Felipe III, y el lugar elegido fue la que es hoy concatedral de Santa María de la Fuente. Ese día, en su misa mayor, durante el ofertorio, uno de los escribanos de la ciudad, Alonso Hernández, realizó el juramento por el que Guadalajara se manifestaba a favor del misterio de la Inmaculada Concepción de la Virgen, siguiendo el ejemplo que habían seguido otras ciudades de España.

A tan destacado acto asistieron, entre otros: Francisco Díaz de Barruelo, corregidor en esta ciudad y su tierra; los regidores, Francisco Pérez, Cristóbal de Celada, Luis de Bustamante, Bartolomé Carrillo de Gaona y Luis de Magaña; así como el cabildo de los curas y beneficiados de Guadalajara y otros muchos vecinos.

 

El texto, que recogemos de forma literal dice así:

 

Juramento

 

El corregidor y justiçia y ayuntamiento de la muy noble y lea çiudad de Guadalaxara, queriendo llebar adelante la deboçión que sienpre a tenido y tiene a la serenísima rreina de los ángeles, madre de dios y señora nuestra y, en particular, deseando haçer muestra y manifestaçión de lo que benera el misterio de su Inmaculada Conçepçión, mobido con el çelo santo que de la dilataçión deste mismo ministerio tiene nuestro cathólico rrey y señor don Phelipe Terçero y todos estos sus rreynos y con el exenplo que en esta razón an dado algunas unibersidades y çiuddes de España y últimamente concurriendo con el benerable cabildo eclesiástico desta çiudad:

 

jura y promete assí como El en este mismo día de defender, según su estado, y tener para siempre como berdadera y pía y muy conforme a la fee cathólica y escriptura sagrada y al culto eclesiástico y a toda buena rrazón la doctrina y sentençia que enseña y diçe que la birgen maría, nuestra señora, por aber de ser madre del Unigénito hijo de Dios, que por singular prebilexio y graçia dibina prebenida y preserbada de la culpa original en que todos somos conçebidos y assí su conçepçión fue puríssima, immaculada y exempta y libre de toda mancha de pecado”.

 

Posteriormente a esta fecha hubo otros muchos juramentos y manifestaciones a favor de la Inmaculada Concepción de María, tanto en esta ciudad como en el resto de España. Hasta que finalmente el Papa, Pío IX, el 8 de diciembre de 1854 lo definió como dogma de fe, recogiendo en el documento en el que así lo declaraba casi las mismas palabras y la misma fórmula empleadas en Guadalajara en 1617. Lo hizo de la siguiente manera:

«La doctrina que enseña que la bienaventurada Virgen María fue preservada inmune de toda mancha de pecado original en el primer instante de su Concepción por singular gracia y privilegio de Dios omnipotente, en atención a los méritos de Jesucristo, Salvador del género humano, es revelada por Dios, y por lo mismo debe creerse firme y constantemente por todos los fieles».

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